-V-

Yo que soy un drama constante, 

Un retrato en blanco y negro 

con manchas de café y resto de ceniza.

La melodía triste y melancólica de un París que no deja de girar

Yo, que creo en la magia y en el desorden.. te encuentro a ti

Como una brizna de luz al final del pasillo

Como el culebrón del medio día

Como un Toulouse enamorado , o un Lorca escribiendo versos escondidos...

Vienes, lo ordenas todo, y te vas

Y me dejas en mi caos infinito sin saber a que estrella mirar

Podría ser un quejido lo que alimenta mi alma.
El quejido de un corazón hambriento
que se revela ante el miedo
y el silencio
de una espera sin alas
una espera sin aliento
frente a una puerta cerrada, y otra abierta.

Podría ser un sueño dormido lo que detiene el tiempo
y a la vez lo acelera
saltándose días
horas
momentos
de poder vivirlo
encadenada al segundero
que vuela, siempre,
sobre el mismo cielo.

Me da miedo el infinito, con su rostro desdibujado, 

con su misterioso secreto de ser

Con su razón sin razón...

Por no poder saber lo que es,

ni lo que me espera cuando por fín lo entienda. 

Tengo miedo de entender el infinito

aunque una parte de mi quiere vivir ajena a él, 

ignorante.

Pero otra... me lo recuerda de vez en cuando

como un resquicio de algo que está moribundo, 

pero con ganas de seguir viviendo.

Algo que respira y que aun palpita.

Lo que más me asusta es saber que llegará el día

en que tenga que enfrentarme a él, mirarle cara a cara,

sin poder apartar la mirada de su rostro desconocido...

Aunque se que en ese momento lo entenderé todo, 

Ya no me hará falta nada. Lo tendré todo.

Y mi alma estará tranquila. Completa.

Sin embargo... cuanto me asusta la llegada de ese momento..

Un murmullo palpitante,
un instante de magia
que ilumina un cielo apagado.
Un silencio
indiferenciado del viento

Tus palabras
y tu aliento..

Fuego

Un dolor que no cesa,
y su amargura se vuelve dulce
delicada
como una amapola.
Suave
como un susurro
como un te quiero dicho a deshora

Amanezco

Años que parecen segundos
Segundos que parecen vidas
y yo, ¿qué hago en esta era?

Sueño

En realidad todo es un sueño.
Una vida que transcurre es,
en realidad,
un niño jugando a crear.
Una novela que se escribe a sí misma
Una danza con el viento del abismo

Rojos claveles

Sangre que bulle 

Mi corazón latiendo más fuerte

Verde horizonte, manto que se extiende bajo mis pies

Esperanza infantil

Deseos que vuelan

Azul frontera, infinita entre el cielo y la tierra

Sutil entre mi cuerpo y mi mente

Sed de vivir, Sed de crecer, Sed de nutrirme

Amarillo amor, al astro que eternamente me guía 

Al sueño de la vida

Felicidad estática de mi origen

Negro silencio y ojos que observan

Paz adormecida en mi pecho

Serenidad prolongada al renacer

Blanco muerte

Partida

Despertar...

Un lamento lejano tiñe el pueblo de rojo.

Se apagan las luces y sólo queda el vacío.

No se atreven a salir de sus casas,

no hablan,

no piensan,

solo sienten el miedo acechando.

Cabizbajos navegan sus sentimientos.



A lo lejos un cuerpo inherte.



La sangre que florece de cada poro de su piel

me alcanza y me hiere.

-¡A mí la guardia!

Sus ojos se apagan

-¡A mí la guardia!

Y el alma se desvanece.

Flota un amargo olor a tierra,

a viento,

a sangre,

a llanto,

a muerto.

Y todo el amor que le pude tener se va con él.



-¡A mí la guardia..



Y nadie acude.

No más palabras

Ni pensamientos

Hoy necesito un amplio cielo que me envuelva

En su soledad y presencia

En su magia de azul esperanza

Hoy siento que soy algo distinto a lo que siempre he sido

Las cadenas que me ataban

Hoy veo que...

Eran mis propios miedos

Mis metas

Mis deseos y mis desganas

Pero se rompen sueños

Se agrietan almas

Y.. ¿Qué es esa luz que me ciega...?

Quizás la tan ansiada libertad

Tan grande… que me mata

Está bien... pactemos una tregua

Déjame creer que soy libre

Que no hay nada que limite mi ser

“Mi cuerpo finito; ni espacio

Mi alma eterna; ni tiempo”

Y déjame volar,  sin alas

Por este extraño mundo que  me apasiona

Que me devora

Que me enamora