Ella me habló del aire
me dijo que es un susurro incesante que nos recuerda lo
mucho que nos ama.
Del viento salvaje que sacude tu cuerpo,
tu cara,
queriendo que veas
que abras los ojos del alma...
No me habló del miedo
pero nació con manos cubriendo mi cara,
para que no rozase el agitado viento
salvaje
que me despertaba.
En lo profundo de la noche, Ella me habló del fuego.
Me dijo que sus lenguas ardientes cuentan historias
que hablan de Vida y verdades ocultas.
Que el suave chasquido de las ramas
son recuerdos del bosque,
deseoso de compartir su sabiduría
No me habló del miedo
pero nació con manos que me arrastraban
lejos de su calor, inocente peligro
Voces feroces que me alejaban
de su luz
de sus dulces palabras.
Más tarde quiso hablarme del agua
Del Océano profundo, secreto.
Me dijo que era la cuna de nuestro origen
y hogar de tantos seres vivos, hermanos.
El mar, recuerdo del seno materno,
mágico misterio,
como un cielo navegable.
Y no me habló del miedo
pero nació con manos que me alertaban,
ansiosas me agarraban,
temían el bravo oleaje que me hacía insignificante
frente al inmenso mar que tanto les desconcertaba.
Ante un Sol atardeciendo,
Ella me habló de la Tierra
La esfera que nos cobija.
Me contó que el firme suelo que nos sostiene
está repleto de vida.
Que aún es joven, y que debemos respetarla
Quererla
Cuidarla
Que la Tierra, es Sagrada.
Pero no me habló del miedo.
Nació en manos que me atrapaban,
que me impedían andar descalza
por el terreno que ante mí se alzaba.
Que me disuadían de explorar
Descubrir
Conocer
Aventurar mi alma a la expedición de Vivir.
Y así olvidé la magia que Ella me enseñó.
Olvidé lo que mis manos tocaron.
El juego de un niño que empieza a comprender
tras emprender su propio viaje hacia el entendimiento.
Olvidé la magia..
El tacto de la Vida percibida sin miedo.
Sus dulces palabras, su cálido aliento.
Pero Ella sigue hablando…
Porque Ella nunca cesa,
Ni nos abandona.
Siempre nos alienta a seguir buscando
A seguir alimentando nuestro Ser.
Sigue murmurando una verdad incomprensible
Que solo atentamente podemos escuchar
Cuando dormimos,
cuando nos dejamos abrazar por Ella
en la soledad de una noche en
que regresemos a nuestra inocencia..
J.
Enjoy it!!
Impresionante!!!
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